Las instituciones educativas son espacios de reflexión y de elaboración de cultura, caracterizada ésta por su singularidad diferencial y por el desafio que supone de mejora existencial, académica y relacional para cuantas personas contribuyen a su gestación. La mejora continuada de las instituciones educativas necesita de la acción conjunta y cohesionada de todos los participantes, en los que las ilusiones y desiluciones, las expectativas y necesidades, los logros y desvelos son valorados en su significación y proyección global.